jueves, 2 de febrero de 2012

Yo miento, tú mientes, todos mentimos.

Hola, creo que todos hemos vivido de alguna manera las consecuencias de una mentira, razón por la cual, hoy le dedico mi blog a este tema.
Espero les guste y me compartan sus comentarios.

Cariños,
Ama




¿Que es la mentira? 
La mentira es una forma de eludir la realidad y, por tanto, la responsabilidad que se tendría al afrontar la verdad de alguna cosa. Muchos trastornos psicológicos llevan asociada la mentira como forma de evasión de circunstancias. Sin embargo, a la larga, si llega a convertirse en hábito, puede suponer un trastorno psicológico considerable.

¿A quien hace daño la mentira? 
La mentira puede hacer daño al destinatario, pero en última instancia, a quien más perjudica es al mentiroso, ya que le convierte en una persona poco fiable, indigna de confianza y carente de crédito.



Origen de la mentira:
Desde que nacemos y comenzamos a relacionarnos con los demás, comenzamos a ser conscientes de las repercusiones que tiene en las personas nuestra conducta. Y hay dos formas de afrontar esa conducta:
Afrontando estos comportamientos; tanto si se prevén agradables como desagradables. Ejemplo, reconocer que hemos cometido un error en una suma, después de decirle al cajero de un supermercado que se ha equivocado. Dar la cara supone, generalmente, la mejor opción, ya que aún suponiendo que nos vayan a castigar, amonestar, enjuiciar, etc., demostramos que somos responsables de nuestros actos y, por tanto, los demás nos toman en serio.
Evitando o huyendo de dicho acontecimiento. Siempre cuando huimos de nuestros actos, estos nos persiguen de uno u otro modo. Por ejemplo, tiramos un jersey al suelo en una tienda y nos hacemos los despistados. Caben dos alternativas: que los dependientes o los clientes no lo vean, y entonces, nadie nos señalará o enjuiciará, pero en el fondo, se sabe lo que se ha hecho, y  eso, es un golpe bajo para la autoestima (pues sabemos que no hemos obrado bien), o por el contrario, que nos llamen la atención y nos sintamos humillados.



Cuatro Tipos de mentiras:
*La hecha en forma esporádica (todos alguna vez mentimos) pero… ¿Hay mentiras piadosas? Ésa es la pregunta que todos debemos hacernos, sin embargo, quien defiende la mentira hace suya la frase: "El fin justifica los medios".

*La evolutiva, que comienza en la niñez y es reforzada por los padres/madres del niño.

*La que se dice como producto de un padecimiento sintomático, para obtener atención gracias a la creación de un falso personaje que nos da brillo y es para mejorar nuestra propia autoestima, inventando logros y éxitos personales.

*La efectuada como conducta repetitiva. Ésta es la mitomanía, en la que se vive para y por la mentira, es la complicada y la que lleva a la mentira compulsiva.



Pero... ¿Porqué mentimos?
Determinadas personas, en algún momento, aprenden a eludir sus responsabilidades mintiendo. Si lo realizan durante mucho tiempo, la mentira termina convirtiéndose en hábito, apareciendo de este modo un trastorno psicológico serio que le impide controlar su comportamiento, donde la mentira acaba dominando al individuo.
La mentira se da también porque el sujeto obtiene cierto placer, se siente de alguna forma más listo que los demás. El hecho de correr riesgos, favorece la elevación de adrenalina y un tipo de satisfacción asociado a ésta. Recibe el beneficio secundario, que supone, el no afrontar el acto realizado. Sin embargo, cada mentira puede llevar implícito, que la persona se vea obligada a inventar otras nuevas. Por ejemplo, una persona le dice a su doctor que le duele el estómago para evitar acudir a su trabajo. El médico le remite al especialista, y éste, le realiza una prueba muy dolorosa que consiste en introducir un tubo por la garganta hasta el intestino. Finalmente, la conducta ficticia inicial lleva al paciente a un dolor real de garganta y, a lo mejor, a la pérdida de su trabajo si su jefe descubre el invento.
También, está relacionada con la autoestima. Llevados por la inseguridad y desconfianza en nuestra capacidad de ser aceptados, tal como somos, podemos caer en la tentación de adornar, aquí y allá, nuestra historia y nuestras habilidades, de manera que causemos una impresión favorable en los demás. Ésta es, quizás, el origen de la mentira que más se está generalizando en nuestro tiempo, en la que la imagen superficial, la búsqueda de estereotipos y cliches socialmente aceptados, se está imponiendo.
Mentir es un recurso fácil de valer sin tener que pasar por esfuerzos ni penurias, aunque el precio que se corre es la posibilidad de ser descubierto. Algo similar sucede con esos individuos que lanzan rumores falsos para disminuir y difamar a aquellas personas que envidian; pero mucho ojo, pues al final, pueden terminar siendo desenmascarados y con su prestigio puesto en tela de juicio.
La mentira que busca impresionar para mejorar la autoestima (siguiendo a José Luis Catalán, COP,2005), se puede transformar en un trastorno de la personalidad que podríamos llamar 'seudología fantástica', que es una compulsión a imaginar una vida, unos acontecimientos y una historia que se alejan de la realidad con la intención de causar buena impresión o admiración en los espectadores que nos escuchan. Este afán de engrandecerse por medios tramposos, no es más que un reflejo de la falta de confianza que se tiene en poder lograr el mismo resultado a través de las cualidades naturales que se poseen.
El mentiroso fantasioso coge el atajo de robar atención y aprecio de los demás por la vía fácil, el engaño, y como no, si las palabras son cómodos sustitutos de los hechos para estos individuos.
Para este tipo de mentirosos, a veces la propia conducta genera un comportamiento que tiende a confirmar la mentira: Por ejemplo… aquel que adula de ser un gran literato o poeta, y no conforme, además, busca poemas, los copia, los parafrasea y los da a conocer diciendo que son de su autoría. La historia está llena de grandes farsantes que han sido descubiertos tarde o temprano. Es decir, las personas que actúan así, simplemente no están satisfechos con ser una persona común y corriente y se ven a sí mismas con excesivo desarraigo.
El problema del llamado "pseudólogo" (JL Catalán), es que para mentir tanto y que no se note, ha de hacerse lo mismo que un actor cuando representa un personaje y quiere resultar creíble: esforzarse tanto como si uno fuera esa persona inventada, a tal punto, que realmente uno se confunda y se olvide de quién es realmente.
Lo que debe plantearse el mentiroso, es la progresiva languidez que simular produce en él cada vez que percibe que no está obteniendo el resultado esperado. Ese afán de caer bien, por lo general, produce el efecto contrario en los demás: se decepcionan, se sienten despreciados y se disgustan; generando una profunda desconfianza muy difícil de superar (piénsese, por ejemplo, en lo difícil que es olvidar que tu pareja te ha engañado o te miente sistemáticamente).



¿Cuál es la cura del mentiroso...?
La cura del mentiroso se logra sustituyendo la mentira por la búsqueda de la excelencia. Reconociendo su necesidad de brillo y atracción. Dedicándose con firmeza y constancia a mejorar sus méritos verdaderos, sus fortalezas y su CV personal (en las diferentes áreas): profesional, cultural, social, etc.
Jugar limpio y ser naturales, es el mejor camino para ser aceptados por los demás, sin embargo, esto sólo será una consecuencia, pues la vía más sencilla hacia la verdad y autenticidad, está en que primero nos aceptarnos a nosotros mismos tal cual somos, siendo conscientes de nuestros defectos y cualidades.



¿Se puede prevenir la mentira?
Una de las maneras más sencillas de prevenir las mentiras en los niños es predicando con el ejemplo. Los padres tenemos la obligación de evitar decir mentiras en frente de nuestros hijos.

Por otra parte, para impedir que la mentira se transforme en una obsesión en la edad adulta, los padres deben tomarse el tiempo para explicarle a sus hijos la diferencia que existe entre fantasía y realidad, ya que fantasear es propio de la imaginación infantil y forma parte de su maduración, sin embargo, el desarrollo de una fantasía exagerada puede llevar a los niños/as a cultivar "otra realidad" inventada, que no es más, que la puerta de acceso a la mentira.

En la actualidad,  ya hay varias Universidades americanas trabajando en este tema. Sus estudios han demostrado que las personas que mienten  presenta cambios sustanciales en su actividad cerebral en comparación con aquellas que no lo hacen.

PUBLICADO POR JUAN FRANCISCO DELGADO
http://www.ayuda-psicologica.info/2006/12/las-mentiras.html



Algunas Frases sobre la mentira

*Dos medias verdades, nunca serán una gran verdad.

*Es mejor decir la verdad delante de los fuertes, a decir mentiras para generar aplausos en los débiles. Mahatma Gandhi 

*Entre más larga la explicación, más grande la mentira.

*La verdad desnuda siempre será mejor que la mentira vestida.

*Muchos rezan con los labios que usan para mentir.

*El corazón del hombre necesita creer algo, y cree mentiras cuando no encuentra verdades que creer.

Videos sobre la Mentira












2 comentarios:

  1. Grande como una mata de coco en flor!

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  2. Amigo... mil gracias por tomarte el tiempo para leer mi blog y para hacerme llegar tu comentario.

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