“Un tipo de violencia solapada, sutil, que no deja huellas físicas pero sí
importantísimas secuelas psicológicas”.
La violencia es un comportamiento deliberado,
que provoca, o puede provocar, daños físicos o psíquicos a otros seres, y se
asocia, aunque no necesariamente, con la agresión, ya que también
puede ser psíquica o emocional, a través de amenazas u ofensas. (Wikipedia.com)
Definición: Toda
violencia que no es física. Agresión verbal, incluyendo psicológico y moral.
También se traduce como violencia emocional, ya que este tipo de palabras
afectan negativamente la situación emocional de la victima.
La violencia verbal es
la más silenciosa, la que menos lleva a la denuncia a nivel judicial, la que
incluso se admite socialmente y la que, no por eso, se sufre menos: una casa en
la que uno de los miembros de la pareja humilla al otro y/o a los hijos, es un
ambiente en el que se construyen imágenes distorsionadas y que deja huellas en
el psiquismo de los adultos y, fundamentalmente, de los niños.
La
palabra tiene un poderoso efecto en la conducta, ya que influye sobre quien la
pronuncia y afecta e involucra a quien la recibe, penetrando en sus emociones.
Cuando en un diálogo de pareja predominan frases ofensivas, burlonas o
humillantes y un tono de voz agresivo, estamos frente a violencia verbal.
Es
como una paliza que no deja evidencias a la vista, y la víctima que la vive es perseguida
con amenazas, injurias, calumnias, gritos, insultos, descalificaciones,
desprecios, burlas, ironías, críticas permanentes y acciones para socavar su
seguridad y autoestima. Estamos acostumbrados a pensar que violencia es algo
que se refiere únicamente a los golpes, a las agresiones físicas. Sin embargo,
dejamos de lado una forma mucho más directa y cotidiana que tiene que ver con
nuestra manera de hablar. No sólo nos referimos a lo que decimos, sino a cómo y
con qué intención lo hacemos.
“El
abuso verbal puede ser directo o sutil, y los comentarios se pueden hacer de
manera hostil, con enojo o, incluso, con una sonrisa. Debemos entender este
punto, porque cuando nos abusan ‘cariñosamente’ nos duele, pero no sabemos bien
por qué”, explica el Dr. Noel Arce Noriega, especialista en Psicología Clínica
egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México, en el Distrito Federal.
Oculto, pero hiriente
La
violencia verbal es más difícil de percibir porque no deja cicatrices físicas,
amén de que suele efectuarse en privado. Con frecuencia, la víctima es mujer y
el perpetrador del abuso es varón, cuyo objetivo es hacer que la otra persona
se sienta humillada, equivocada o mal, mientras que él se siente mejor.
De
acuerdo con la estadounidense Patricia Evans, especialista en relaciones
interpersonales y autora del libro El abuso verbal, este tipo de violencia se
caracteriza por:
*Atacar
la naturaleza y las capacidades de la pareja, lo que ocasiona que con el paso
del tiempo, la persona agredida comience a creer que hay algo malo con ella o
sus capacidades.
*Ser
abierto (mediante insultos y arranques de ira) o encubierto (a través de
comentarios sutiles, con un efecto similar a un “lavado de cerebro”). El
primero suele incluir reproches y acusaciones, en tanto que el segundo, se
caracteriza por ser agresión oculta para ejercer control sin que la pareja se
de cuenta.
*Ser
manipulador, pues pueden hacerse comentarios despectivos en forma sincera e
interesada.
*Ser
imprevisible, lo que ocasiona que la pareja quede aturdida, atónita y
desestabilizada por el sarcasmo, frase hiriente, desprecio o comentario
injurioso.
*Expresar
doble mensaje, ya que existe incongruencia entre la manera en que habla el
abusador y sus verdaderos sentimientos. Por ejemplo, puede sonar muy sincero y
honesto mientras está diciendo a su contraparte lo que tiene de malo.
*Aumentar
en intensidad, frecuencia y variedad: la violencia inicia con frases
despectivas, disfrazadas de chistes, y puede escalar hacia el abuso físico,
comenzando con empujones “accidentales”.
Categorías
Existen
diversas formas de ejercer la violencia verbal. De acuerdo con el Dr. Arce
Noriega, se agrupan de la siguiente manera:
Retener. Si una pareja retiene
información y sentimientos, entonces el vínculo matrimonial se debilita. El
abusador que se rehúsa a escuchar a su pareja le niega la experiencia y la deja
aislada.
Rebatir. Quien ejerce la violencia
verbal ve a su pareja como adversario, por lo que con frecuencia se le corrige
en todo lo que dice y hace.
Rebajar. Puede ser una forma sumamente
insidiosa de abuso verbal, porque niega y distorsiona la percepción real de la
pareja del abuso, lo cual es sumamente destructivo. A veces va disfrazada con
humor, pero su efecto humillante hiere a la persona.
Bloquear y desviar. El abusador verbal
rechaza todo tipo de comunicación, dictamina lo que puede ser discutido o
retiene información. Puede impedir toda posibilidad de resolver conflictos
mediante el aislamiento y el desvío.
Acusar y culpar. Se le responsabiliza a
la pareja de hacer algo malo o alguna violación de los acuerdos básicos de la
relación.
Juzgar y criticar. El agresor juzga a
su pareja y luego expresa su juicio en una forma crítica. Si ella objeta, puede
decirle que simplemente está señalando algo para ayudarle, aunque en realidad
la está descalificando.
Trivializar. Es un intento por tomar
algo que se ha dicho o hecho y convertirlo en insignificante. Cuando se hace
esto en forma franca y sincera, puede ser difícil de detectar. A menudo, la
pareja queda confundida y cree que no ha explicado eficazmente a su compañero
la importancia de algunas cosas para ella.
Socavar. Se retiene el apoyo emocional
y erosiona la confianza y determinación. A menudo se aplasta una idea o sugerencia
con un único comentario.
Amenazar.
Se manipula a la pareja haciendo que surjan en ella sus mayores temores.
Ordenar. Niega la igualdad y la
autonomía de la contraparte, tratándole como esclava o subordinada.
Efectos de la violencia verbal en las
personas:
La violencia verbal tiene diferentes
efectos en la persona que se ve agredida, entre los cuales están:
*Emocionales: Afecta la autoestima y auto-concepto de
forma negativa. La autoestima es el "cuánto me quiero o estimo a mí
mismo" y el auto-concepto es algo similar: el "cuánto entiendo que valgo,
¿qué creo que soy?"; por tanto, cuando una persona se mantiene violentando
verbalmente a otra, esta ultima se siente emocionalmente por debajo de la o el
violentador, provocando que la autoestima y auto-concepto disminuyan.
*Psíquicos/psicológicos: La gente se cree que es verdad lo que le
dicen, si tiene alguna psicopatología, puede agudizarse.
¿Qué hacer?
“Es
fundamental que la pareja reconozca las características de la violencia verbal,
pues cuando hay abuso de este tipo en una relación, por lo general se trata de
un problema mutuo, no sólo de una de las partes”, enfatiza el terapeuta.
Si usted
cree estar en una relación abusiva verbalmente o descubre que se engancha a
menudo en relaciones de este tipo, busque atención psicológica con un
especialista en salud mental, quien tras estudiar su caso y mediante terapia le
ayudará a cambiar ese patrón de conducta.
Finalmente,
considere que una descarga diaria de palabras hirientes conduce a la depresión
y, cuando ésta se agrava, puede derivar en el suicidio. Ponga un alto, analice
su situación y resuélvala con ayuda de un especialista; tome en cuenta que el
amor no es sinónimo de sufrimiento.
Violencia Verbal en los niños
El
maltrato infantil no se reduce tan sólo a la violencia física o al abuso
sexual, hay un tipo de violencia que es mucho más sutil, no tan evidente, no
tan explicita, que no deja huellas corporales: Es la violencia psicológica, la
violencia verbal.
Insultos,
descalificativos, gritos, palabras despreciativas y denigrantes, pueden llegar
a ser, en la psique del niño, tan o más perjudiciales que cualquier otro tipo
de violencia intrafamiliar.
A través de las palabras se designan las
cosas, lo bueno, lo malo, lo lindo, lo feo y así el niño va construyendo, a
través de lo que los adultos a su alrededor expresan, su imagen de las cosas y
de sí mismos. Por ello, si predominan los descalificativos, y las palabras
agresivas con respecto a él como: "Eres estúpido", "Ojalá nunca
hubieras nacido", o "no te metas con mis cosas", sólo lograrán
que la imagen que construya de sí mismo sea predominantemente negativa, es
decir, carente de valor.
La violencia verbal se manifiesta cuando
hay una relación de poder, en la que el adulto, que es quien lo ostenta, impone
su autoridad y somete al niño a través de palabras agresivas, y éste se ve subyugado
debido a su franca desventaja.
Los gritos y las explosiones pueden conseguir disciplina,
pero también pueden causar heridas profundas en la autoestima de los niños. El abuso verbal
que utilizan algunos padres en la educación de sus hijos puede quitar la
capacidad de confianza de los niños. Les dejan "hecho polvo", sin capacidad de reaccionar, sin habilidades sociales. Ésa es la razón por la que el niño
puede mostrar dificultad para relacionarse con los demás, sacar malas notas en el colegio, mojarse en la cama, o adquirir la costumbre de chuparse el dedo, etc. Eso sin hablar de lo vulnerable que puede convertirse
frente a otros tipos de abusos.
Consecuencias del maltrato verbal en los
niños
Hay ciertas características, indicios,
señales que evidencian, al igual que en otros tipos de maltrato, que un niño es víctima de violencia verbal, entre
ellas:
*Sentimientos de inferioridad, muy baja
autoestima, muy pobre imagen de sí mismos, angustia, ansiedad, introversión
*Los niños víctimas de maltrato verbal se
muestran temerosos y sumamente ansiosos ante cualquier nueva experiencia aunque
se trate de algo divertido
*Son niños tristes, frustrados, que
raramente demuestran alegría
*Tienen una percepción amenazante del
mundo y se sienten siempre muy inseguros
*Manifiestan problemas de aprendizaje,
atraso en el desarrollo del conocimiento y vergüenza y sensación de fracaso por
ello. Esto sucede por la falta de estímulo y la descalificación constante a la
que son sometidos, por parte de unos padres más preocupados por la obediencia y
la conducta, que por las necesidades de investigación características de la
niñez y tan necesarias para el desarrollo y el aprendizaje
*Los niños víctimas de violencia verbal
coartan progresivamente sus expresiones y suprimen sus relaciones
interpersonales, enlenteciendo así la adquisición de sus habilidades cognitivas
*Algunos estudios han evidenciado
diferencias significativas en el rendimiento escolar y el nivel intelectual de
los niños víctimas de maltrato psicológico en relación a los que no son
maltratados, es decir, entre 20 y 40 puntos menos en su coeficiente intelectual.
Y, aproximadamente, 2 años de retraso en la comunicación verbal
*De adultos pueden padecer depresión, ya
que se ha encontrado relación entre las carencias afectivas y este problema de
salud mental
*Los niños víctimas de violencia verbal
son potencialmente más propensos a repetir de adultos el mismo patrón de
conducta
“Por cada persona que en nuestra sociedad sufre del abuso físico, hay
cientos que sufren violencia verbal”.
Fuentes:
http://www.guiainfantil.com/blog/449/el-maltrato-verbal-violencia-hacia-los-ninos.html
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