¿QUÉ ES LA CONFIANZA?
El
término confianza se refiere a la opinión favorable en la que una persona o
grupo es capaz de actuar de forma correcta en una determinada situación. La
confianza es la seguridad que alguien tiene en otra persona o en algo. Es una cualidad
propia de los seres vivos, especialmente los seres humanos, ya que aunque los
animales la posean, estos lo hacen de forma instintiva, al contrario que los
humanos, que confían conscientemente. Al ser algo que se hace consciente y
voluntariamente, supone trabajo y esfuerzo conseguirla.
A pesar de que sea
costoso llegar a ella, se caracteriza por ser una emoción positiva.
Según
Laurence Cornu, doctora en filosofía: “la confianza es una hipótesis sobre la
conducta futura del otro. Es una actitud que concierne el futuro, en la medida
en que este futuro depende de la acción de otro. Es una especie de apuesta que
consiste en no inquietarse del no-control del otro y del tiempo”.
De
acuerdo con las teorías que abordan este tema, se trata de una suspensión temporal
de la situación básica de incertidumbre sobre las acciones de las personas, es
decir, se dejan de lado las dudas y se cree firmemente. La pérdida de confianza
se debe a un agotamiento emocional, causado por la mala intención de la
persona, que fomenta la incapacidad de cumplir con lo prometido de forma
continuada en el tiempo. La confianza, por tanto, simplifica las relaciones
personales y ayuda a entenderlas.
Para
la psicología social y la sociología, el término confianza consiste en la idea
que se forja una persona sobre las conductas que realizan los de su alrededor.
Es el pensamiento con el cual una persona cree que será capaz de actuar de una
cierta manera frente a una determinada situación.
Como
veremos en el segundo punto, la confianza puede clasificarse en términos
individuales (la confianza en uno mismo) y también, en términos sociológicos
(la confianza que los demás tienen de nosotros y viceversa). La confianza en un
individuo hace que esa persona llegue más fácilmente a sus propósitos, siempre
dependiendo de sus experiencias, de su personalidad y del ambiente que le
rodea. Por otro lado, la confianza mutua con los compañeros ayuda a generar una
convivencia adecuada para el entorno de cada persona.
TIPOS DE CONFIANZA
La
confianza es la base sobre la que construimos la amistad, las interrelaciones,
el respeto, la responsabilidad social y el amor. La confianza nos permite creer
en una o varias personas, pero también nos permite hacerlo en nosotros mismos.
Por ello, se puede decir que existen diferentes tipos de confianza, ya que la
que depositamos en las instituciones, no es la misma que la que desarrollamos
en las relaciones interpersonales, como tampoco es igual a la confianza que
tenemos con los objetos o materiales que nos rodean.
1.
Confianza con los demás:
Para
sobrevivir, el ser humano ha tenido que aprender a confiar en el otro.
Consideramos amigos a aquellos en los que nos podemos fiar. Si se trata de una
relación amorosa, el acuerdo sentimental implica la mutua entrega. Las
relaciones comerciales se basan en una confianza no defraudada. La población,
en general, confía en las Instituciones y en la Justicia. Todos estos son
ejemplos de confianza que no se basan en la que se pueda tener de uno mismo.
La
sinceridad es un factor importante a la hora de confiar en otras personas.
Cuando juzgamos que la otra persona dice la verdad y está siendo sincero con
nosotros, confiamos en él. Pero, cuando sentimos o sabemos que el otro no está
siendo sincero con uno mismo, le retiramos nuestra confianza inmediatamente.
La
credibilidad es otro componente de la confianza: los antecedentes que se
conocen de la otra persona y las experiencias que has tenido con ella en el
pasado pueden hacer que llegues a confiar o dudar de su sinceridad. Por
ejemplo, si una persona fue sincera contigo en el pasado, inmediatamente vas a
juzgar que esa persona será sincera contigo en el futuro, porque confías y
crees en ella. Es decir, cuando iniciamos una relación interpersonal, no
partimos de cero, ya que el pasado nos influye.
La
confianza también implica reciprocidad. Depositamos nuestra confianza en el
otro cuando vemos que no nos defrauda, y al mismo tiempo, porque nosotros nos
sentimos también objeto de confianza.
Para
generar la confianza en los demás, es importante ser honesto y actuar de forma
correcta, a la vez que hay que agradecer al que cumple sus promesas y reclamar
ante aquel que no las cumple. Para mantener la confianza debemos comprometernos
y cumplir nosotros también con las promesas, pedir disculpas cuando no las
cumplimos y sobre todo, aprender a perdonar los errores. Por último, cuando
vemos que la confianza con la otra persona se ha roto, es importante crear
nuevas oportunidades donde se pueda volver a generar esa confianza que se
tenía.
2.
Autoconfianza:
La autoconfianza,
o la confianza en uno mismo, es una característica que muchos pueden tener. Con
esfuerzo y tiempo cualquier persona puede llegar a construir su autoconfianza.
Para desarrollar esa autoconfianza es imprescindible creer en uno mismo y, para
ello, la auto aceptación es fundamental.
Además
de estos elementos, para lograr tener una buena autoconfianza es importante
conocernos y comprender nuestros pensamientos y emociones (lo que
denominaríamos como autoconocimiento), ser persistente y disciplinar (para
asegurar los objetivos y metas que se quieren lograr), tener una perspectiva
clara de la vida (saber exactamente lo que quieres ser o lo que quieres
conseguir), y tener un autocontrol.
La
autoconfianza trae múltiples ventajas para nuestras vidas, ya que si logramos
tener un gran nivel de confianza en nosotros mismos podemos conseguir el éxito
más fácilmente. Por el contrario, si tenemos falta de confianza e inseguridad,
no estamos satisfechos con nosotros mismos, lo que genera situaciones negativas
tanto para nosotros, como para los que nos rodean. A nivel personal, si no
tenemos autoconfianza nos sentimos insatisfechos con nosotros mismos, tristes e
incluso depresivos porque no nos valoramos. A nivel social, nos genera
dificultades para relacionarnos con el entorno en el que nos desenvolvemos, lo
que causaría que nos retrajéramos hacia nosotros mismos. A nivel laboral, nos
puede crear dificultades para conseguir, mantener o progresar dentro de un
trabajo. Por último, a nivel de pareja, nos puede causar sentimientos
negativos.
Pero,
además de la confianza con los demás y la autoconfianza, existen también otros
tipos de confianza. Hay tres tipos que todos deberíamos desarrollar: la
confianza conductual, que es la propia capacidad que tenemos para actuar, tomar
las decisiones correctas y superar los obstáculos; la confianza emocional, es
decir, saber lo que sentimos en cada momento para protegernos del dolor y tener
la capacidad de conectar con otros seres humanos emocionalmente; y, la
confianza espiritual, la fe que tenemos sobre la vida que nos rodea. Sin esta
última confianza es difícil desarrollar los otros dos tipos de confianza.
También
podemos distinguir otros dos tipos de confianza: la confianza simple y la
confianza alimentada. La primera es una confianza primaria, con la que todos
nacemos. La realizamos de manera automática, es una confianza total y completa,
pero cuando se rompe (siempre en algún momento de la infancia), se rompe para
siempre, ya que aparece algo que no estaba hasta ese momento: la desconfianza.
La segunda, en cambio, es un tipo de confianza que se construye de manera
consciente y reflexiva. La confianza alimentada también se puede romper, pero
nos da la oportunidad de ser reconstruida.
GRADOS DE CONFIANZA
Ya
hemos explicado anteriormente en qué se basa la confianza y los diferentes
tipos que se pueden encontrar tanto en
una persona como en los demás. Es ahora el momento de explicar los grados de
confianza que existen.
1.
Exceso de confianza:
El
hecho de tener confianza es algo positivo en las personas ya que se muestra que
crees en ti mismo y en los demás, y eso te ayuda a ser feliz. Sin embargo, se
puede producir una situación de exceso de confianza que produzca efectos
negativos.
Son
varias las características que se pueden encontrar en una persona que posee
exceso de confianza. Por un lado esas personas tienden a valorar sus
capacidades superiores a las de los demás. Creen que las acciones que ellos
llevan a cabo van a tener mejores resultados que las del resto, que hacen las cosas
mejor que la media, con la seguridad de que nadie les va a reclamar ni exigir
nada.
Se
considera que las personas con exceso de confianza la han ido adquiriendo a lo
largo del tiempo, al experimentar éxitos en nuevas actividades que han ido
realizando. Es entonces cuando la
autoestima y el amor propio de las personas aumenta, al igual que lo hace la
confianza. Cuando esas personas además disponen de información sobre los temas
que van a tratar y tienen un mayor grado de control, les lleva también a tener
un mayor nivel de exceso de confianza.
Estos
factores que hemos comentado hacen que crezca el orgullo de las personas, lo
que conlleva a actuar con exceso de confianza. Como hemos dicho, el hecho de
llevar a cabo tus acciones con exceso de confianza no es algo positivo ya que
puede llevar a alterar la información que recibimos a nuestro alrededor, para
adaptarlo a nuestra manera de observar el mundo. Es decir, alteramos la
información de tal manera que creemos que todo lo que hacemos es lo correcto y que
nadie nos puede llevar la contraria ya que esa persona será la que no tiene la
razón.
Es
por ello por lo que el exceso de confianza puede llegar a ser un problema,
pudiendo acarrear imprudencias a la hora de manejar la información del
exterior. Además se puede pecar de arrogancia derivada de la ignorancia que se
posee de uno mismo. Y es que, en general, las personas que actúan con exceso de
confianza lo hacen debido a un sentimiento de inferioridad o inseguridad y es
por lo que se aíslan en una actividad que controlan.
En
definitiva, no debemos actuar en ninguna ocasión con exceso de confianza, ya
que puede hacer que las acciones que creemos que son las correctas, no lo sean
para otras personas y que su respuesta hacia nosotros, no sea la esperada, por
lo que el impacto sería mayor. Debemos tratar de tener un equilibrio a la hora
de actuar, ser prudentes y comportarnos con naturalidad para llevar a cabo
nuestras acciones de la manera más correcta.
2.
Desconfianza:
Al
igual que no debemos actuar con exceso de confianza, tampoco debemos hacerlo
con desconfianza. Cuando una persona es de carácter desconfiado tiende a pensar
mal de los demás, generalmente sin ninguna razón aparente, sino por
percepciones e ideas que uno mismo se hace y
le hace tener un cúmulo de ideas negativas sobre las acciones que llevan
a cabo el resto de personas.
Una
persona desconfiada puede malinterpretar una mirada o un gesto de otra persona,
lo que le lleva a poseer un sufrimiento constante. Esto es debido a que esas
personas están continuamente creyendo que se les va a hacer daño y que se les
quiere engañar.
Son
varias las características propias que poseen las personas desconfiadas. Por un
lado, este tipo de personas son reacias a confiar o intimar con los demás, por
lo que generalmente tienen problemas al relacionarse socialmente con el resto.
Esto es debido a que creen que la información que puedan compartir con el resto
pueda ser utilizada en su contra. Por otro lado, estas personas malinterpretan
cualquier elemento positivo que les pueda aparecer y se lo toman como una
crítica, lo que les hace poseer mucho rencor dentro de ellas.
Hemos
podido observar que el hecho de ser desconfiado es igual de negativo que el de
tener exceso de confianza. Y es que el ser desconfiado no tiene sólo
consecuencias negativas para ellos mismos, sino también para su entorno ya que
son personas muy difíciles de llevar.
3.
Pérdida de confianza:
Al
igual que del amor al odio hay un paso, de la desconfianza a la pérdida total
de la confianza hay otro. Y es que siempre se ha dicho que la confianza es
difícil de obtener, fácil de perder y casi imposible de recuperar. Cuando una
persona es muy desconfiada con los demás, deriva a que sea desconfiada con ella
misma y que finalmente acabe perdiendo la confianza total.
Esa
pérdida de confianza es ocasionada por la necesidad que tienen algunas personas
de compararse con el resto sin entender que cada persona es única y diferente.
Cuando se pierde la confianza, se pierde la calma y es muy difícil encontrar la
paz.
CONCLUSIONES
Tras
elaborar este informe, son varias las conclusiones que de la confianza hemos
podido obtener. Para comenzar, la primera conclusión que hemos obtenido al
elaborar este trabajo es que la confianza es una emoción positiva. Está muy
ligada a la felicidad, ya que se puede observar que las características de las
dimensiones de ambas son parecidas, es decir, producen efectos similares en
nuestro cuerpo.
La
confianza es la base en la que construimos nuestras relaciones, ya que si no
confiamos en la otra persona, no podemos establecer una amistad. Si logramos
ser sinceros y creíbles para los demás, ellos serán igual con nosotros
(reciprocidad) y conseguiremos una mayor confianza. Además, aparte de la
confianza con los demás, hemos visto que es importante generar la
autoconfianza, para sentirnos mejor con nosotros mismos. Aunque cueste esfuerzo
conseguirla, creemos que los beneficios que aporta son mayores y que merece la
pena conseguir creer en uno mismo.
Respecto
a los diferentes grados que conforman la confianza, debemos tener en cuenta que
no sería correcto poseer ningún extremo de los grados anteriormente explicados.
Ni el exceso de confianza ni la desconfianza son aspectos positivos para
nuestro día a día. Debemos tener confianza, pero nunca debemos engañarnos ni
mentirnos los unos a los otros, sino que debemos ser lo más auténticos posible
para poder confiar y dar confianza al resto de personas.
Por
último, hemos observado que la confianza, tanto en nosotros mismos como en los
demás, es fundamental para tener una buena comunicación a nivel interpersonal y
organizacional. Necesitamos sentirnos seguros en lo que pensamos, sentimos y
hacemos para poder tener poder de convencimiento y exponer con seguridad
nuestras ideas con los miembros de una organización. Además, es necesario
confiar en las personas más cercanas a nosotros, abrirnos y hablarles sobre
nuestras emociones y sentimientos, pues nos sentiremos más confiados con
nosotros mismos, nos sentiremos valorados y obtendremos un conocimiento más
profundo de nosotros mismos. El confiar en nosotros mismos es necesario para
poder comunicarnos con los que nos rodean independientemente del entorno.
AFORISMOS
La
confianza en sí misma es el primer peldaño para ascender por la escalera del
éxito. Emerson
La
confianza ha de darnos la paz. No basta la buena fe, es preciso mostrarla,
porque los hombres siempre ven y pocas veces piensan. Simón Bolívar
La
confianza sirve en las conversaciones más que el ingenio. Larrochefoucauld
El
que tiene fe en sí mismo no necesita que los demás crean en él. Miguel de
Unamuno
Existe
al menos un rincón del universo que con toda seguridad puedes mejorar, y eres
tú mismo. Aldous Huxley
El
secreto de mi éxito puede se resumido en cuatro Ces: Curiosidad, Confianza,
Coraje y Constancia… y las más importante de todas es la confianza.
FUENTE: http://confias.wordpress.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario