Para poder entender la verdadera naturaleza humana, es necesario ir desprendiéndonos de todos aquellos apegos intelectuales y conceptuales que han venido limitando nuestro crecimiento interno. El ego, en sus diferentes proyecciones: miedo, frustraciones, rencor, odio, soledad, tristeza, etc., no son tu verdadera esencia, es un engaño creado por nosotros mismos. El hombre en su afán de manejarse a través del intelecto, ha permitido y se ha acostumbrado a visualizar el mundo a través de la inconsciencia. Sólo siendo conscientes de lo que generamos cuando pensamos, podremos desplegarnos y crear realidades acordes (armónicas) a las necesidades de todos los humanos, porque todos somos uno.
Cariños,
Ama
Algunas definiciones de Ego:
*En psicología, yo o ego (del latín), se define como la unidad dinámica que constituye el individuo consciente de su propia identidad y de su relación con el medio; es, pues, el punto de referencia de todos los fenómenos físicos, psíquicos y sexuales.
*Aprecio excesivo que una persona siente por sí misma, exceso de autoestima: es bueno, pero tiene un ego muy alto. En el psicoanálisis de Sigmund Freud, ego es la instancia psíquica que se reconoce como "yo", parcialmente consciente, que controla la motilidad y media entre los instintos del "ello", los ideales del superyó y la realidad del mundo exterior.
*En Antropología se usa la palabra ego para designar el yo desde cuyo punto de vista se consideran las relaciones de parentesco o filiación.
Según Freud, es el "principio de realidad", es consciente y tiene la función de la comprobación de la realidad, así como la regulación y control de los deseos e impulsos provenientes del Ello. Su tarea es la autoconservación y utiliza todos los mecanismos psicológicos de defensa.
El ego es ajeno a nuestra naturaleza humana. De hecho fue invitado por el ser humano dado que no tenía morada propia. La naturaleza real del Ser Humano es de infinita compasión y Amor. Existe sólo para dar. Así que a esta entidad ajena del ego le fue permitido coexistir con nosotros los humanos y gradualmente, como un parásito alimentándose de su anfitrión, se ha apropiado de todo nuestro funcionamiento.
Como un parásito debe ser rechazado, expelido con fuerza para que podamos volver a nuestra verdadera naturaleza. Esto muchas veces involucra el trabajo de un Profesor Iluminado que realiza la operación en una víctima humana para remover la entidad ego por entero.
El ego o Falsa Identidad, como Oshana prefiere llamarlo, es muy listo, lleno de recursos y puede manipular y adaptarse a cualquier circunstancia para evitar su detección y expulsión.
*Concepto freudiano que delimita uno de los estados de consciencia del ser humano. Según Freud el ser humano tiene tres estados de consciencia; el ego, el id y el super ego.
Es una forma de explicar nuestros niveles vibratorios o estados de consciencia. Es el ego la manifestación más importante del intelecto. Es el estado de mayor densidad vibratoria.
*El Ego es la fábrica de pensamientos que hemos hecho realidad, pensamientos limitantes, es el sistema de exclusión a la Divinidad; aunque nos recuerde que Esa está allí, es el miedo a dejarnos llevar por un halo de esperanza que nos conduzca al verdadero amor, es la culpa, es el odio a nosotros mismos y la creencia de nuestra separación con la chispa divina. El Ego es carencia, que indica que nos hace falta algo, que tenemos razón de ser, sin saber que el Ser no lo indica una convicción sino más bien una actitud, y para llegar a ésta debemos pasar por situaciones no tan fáciles, reflexivas y por lo demás sanadoras, pero al fin y al cabo paradójicas e inexplicables hasta que tu decides y lo aceptas. En realidad, el problema no radica en el cuerpo, tomando como cuerpo, lo físico, lo tangible, radica “en la mente” es el problema de la culpa y nuestra culpa es una defensa en contra del amor que en realidad somos. Vemos lo que queremos ver o lo que necesitamos ver -como escuchar o ver agua en el desierto- no podemos cambiar el mundo, pero podemos cambiar la forma de mirar al mismo. Sustituimos la culpa de nuestros Egos, que hemos hecho realidad, por lo real de nuestra identidad como espíritu, la cual la chispa de divinidad que poseemos nos lo recuerda constantemente, pero el Ego se encarga de decirnos que no es así, háblale a esa esencia divina y pídele que te aclare tus pensamientos.
*El ego es el nombre genérico que recibe el sistema de pensamiento limitante que nos mantiene anclados en la Matrix. Los budistas le llaman "Mara"; los cabalistas judíos, "Amalec"; los alquimistas, el "Guardián"; los inkas el "Supai", los toltecas el "Parásito" y muchos terapeutas lo dividen en "ego negativo" y "ego positivo".
*El Maestro Ascendio Jesucristo, un especialista en el estudio del ego y cómo trascenderlo, dice: "Su existencia depende de tu mente porque el ego es una creencia tuya. El ego no es más que una confusión con respecto a tu identidad... No le tengas miedo al ego. Él depende de tu mente, y tal como lo inventaste creyendo en él, puedes así mismo desvanecerlo dejando de creer en él... Cuanto más aprendas del ego más te darás cuenta de que no se puede creer en él..."
*El ego es egoísta, egocéntrico y su definición depende de las personas. Si damos con personas competitivas, el ego es eso, una competición a ver quien escala más posiciones por ejemplo en la escala social, en el trabajo, o en la sociedad. Muchas veces me da la impresión que el ego es como una carrera sin final.
Por lo tanto digamos que en la persona es como si habitaran en el interior dos ‘yo’ o dos personajes que están a la lucha por conseguir el poder y dirigir el cotarro que casi siempre es el ego porque también es vanidoso y destructivo y a todo costa quiere dominar la imagen que tienen de el.
Muchas veces se puede comparar el ego como esa vocecilla que te habla y te dice que tienes que ser competitivo, que no puedes dejarte pisar, que eres el mejor, que si tienes que fastidiar a tu compañero para ascender, lo haces, que aquí estamos para competir …. Se ofende cuando no gana, y grita cuando no es escuchado.
Hay infinidad de libros que hablan del ego, de cómo anularlo y de cómo dominarlo, ya que en definitiva es lo que creemos que somos para sentirnos bien, pero en el fondo, aunque sea algo que no podemos ver, sí está presente en cada acción. Mayormente las personas que tienen el ego por las nubes, son inseguras y necesitan de ‘esa máscara’ para triunfar, para hacerse oír, y sobre todo para vivir.
La mejor manera de ser tú es dominar el ego, no dejar que dictamine tu vida y escuchar a tu verdadero yo, aquel que fuiste ocultando a lo largo de los años bajo creencias y hábitos porque piensas son las más seguras y en definitiva son las que dominas. Lo oculto, te da miedo.
Si lo dominaras te sorprendería pensar que no tiene nada que ver con el ser que representas como si fuera una comedia. Ya que el ego, es nuestro principal y peor enemigo puesto que anula nuestra verdadera personalidad.
Frases sobre el Ego
1. No hay nada que el ego defienda con mayor pasión que su derecho a tener la razón, aunque el precio por este triunfo sea la perdida de la paz, la compañía, la amistad e incluso el amor.
2. Mientras más superior, inteligente y prepotente te muestres, más prisionero te vuelves de tu propia imagen y vives en un mundo de tensión e ilusiones.
3. Todo lo que hace falta para descubrir al <ego> es una palabra de adulación o de crítica. Anthony de Mello
4. Hay rodillas que no pueden con tanto ego…
5. Cría ego y estarás solo.
6. La mentira mayor es el ego. Alejandro Jodorowsky
7. Que tontos son aquellos que se alejan de lo que es real, verdadero y duradero, y en cambio, persiguen las formas fugaces del mundo material, formas que son simples reflejos en el espejo del ego. Han Shan
9. La vida es el acuerdo al que llegamos entre lo que el ego desea hacer, lo que la experiencia nos dice que hagamos y lo que los nervios nos permiten hacer.
La Esencia del Ego del libro de Eckhart Tolle “Una nueva Tierra” del Capitulo 3
Llegar a descubrir la existencia de ese yo falso, que llaman ego,.. atraparlo en todos sus trucos y engaños a nivel de tu manifestación individual, en la de las otras personas y en la sociedad humana global, es un gran avance en el despertar de la consciencia. Este ego es tu mayor obstáculo en el despertar; pero cuando por fin lo puedes “ver”, se inicia un avance más rápido en el que ese ego se va debilitando y tu presencia, tu ser real va emergiendo y actúa conscientemente en ti y en tu entorno.
Cientos de personas están despertando día a día, están descubriendo el “engaño” del ego, la ilusión de la dualidad, y están asumiendo su responsabilidad en el momento presente, accediendo a todo su potencial de poder. El ego global se está debilitando, pero aun tiene mucho poder sobre la masa durmiente, a quienes pretende mantener cautivos con nuevos dramas de pandemias, crisis económica, conspiraciones ... y su juego predilecto victima-victimario.
Es tu elección… ¡¡DESPIERTAS!! ... o te quedas a vivir el drama.
La mayoría de las personas se identifican completamente con la voz de la mente, con ese torrente incesante de pensamientos involuntarios y compulsivos y las emociones que lo acompañan. Podríamos decir que están poseídas por la mente. Mientras permanezcamos completamente ajenos a esa situación, creeremos que somos el pensador. Esa es la mente egotista.
En la mayoría de los casos, cuando decimos “yo”, es el ego quien habla, no nosotros, como ya hemos visto. El ego consta de pensamiento y emoción, un paquete de recuerdos que identificamos con “yo y mi historia”, de papeles que representamos habitualmente sin saberlo, de identificaciones colectivas como la nacionalidad, la religión, la raza, la clase social o la filiación política.
El contenido del ego varía de una persona a otra, pero en todo ego opera la misma estructura. En otras palabras, los egos son diferentes sólo en la superficie. En el fondo son todos iguales. ¿En qué sentido son iguales? Viven de la identificación y la separación.
El “yo” conceptual no puede sobrevivir sin el “otro” conceptual. Los otros son más “otros“ cuando los vemos como enemigos. Renegar es una de las estrategias predilectas del ego para fortalecerse.
El resentimiento es la emoción que acompaña a las lamentaciones y a los rótulos mentales, y refuerza todavía más el ego. El resentimiento equivale a sentir amargura, indignación, agravio u ofensa. Resentimos la codicia de la gente, su deshonestidad, su falta de integridad, lo que hace, lo que hizo en el pasado, lo que dijo, lo que no hizo, lo que debió o no hacer. Al ego le encanta. En lugar de pasar por alto la inconciencia de los demás, la incorporamos en su identidad. ¿Quién lo hace? Nuestra inconciencia, nuestro ego.
No reaccionar al ego de los demás es una de las formas más eficaces no solamente de trascender el ego propio sino también de disolver el ego colectivo de los seres humanos.
el peor enemigo del ego es el momento presente, es decir, la vida misma.
El ego implica inconciencia. La conciencia y el ego no pueden coexistir. El viejo patrón o hábito mental puede sobrevivir y reaparecer durante un tiempo porque trae el impulso de miles de años de inconciencia colectiva, pero cada vez que se lo reconoce, se debilita.
Un resentimiento viejo es un agravio. Cargar con un agravio es estar en estado permanente de “oposición” y por eso es que los agravios constituyen una parte significativa del ego en muchos casos. Los agravios colectivos pueden perdurar durante siglos en la psique de una nación o tribu, y alimentar un círculo interminable de violencia.
Cuando nos quejamos, encontramos faltas en los demás y reaccionamos, el ego fortalece la noción de los linderos y la separación de la cual depende su existencia.
El ego siempre confunde las opiniones y los puntos de vista con los hechos. Además, no comprende la diferencia entre un suceso y su reacción frente a dicho suceso. El ego es un verdadero maestro de la percepción selectiva y la interpretación distorsionada. Es solamente a través de la conciencia, no del pensamiento, que se puede diferenciar entre los hechos y las opiniones. Es solamente a través de la conciencia que podemos llegar a ver:
Debemos reconocer al ego por lo que es: una disfunción colectiva, la demencia de la mente humana. Cuando logramos reconocerlo por lo que es, ya no lo vemos como la identidad de la otra persona. Una vez que reconocemos al ego por lo que es, es mucho más fácil no reaccionar contra él. Dejamos de tomar sus ataques como algo personal.
Lo único que debemos hacer para liberarnos del ego es tomar conciencia de él, puesto que la conciencia y el ego son incompatibles. La conciencia es el poder oculto en el momento presente; es por eso que la llamamos también Presencia. La finalidad última de la existencia humana, es decir, nuestro propósito, es traer ese poder al mundo. Esta también es la razón por la cual no podemos convertir la liberación del ego en un objetivo alcanzable en un futuro. Solamente la Presencia puede liberarnos del ego y solamente podemos estar presentes Ahora, no ayer ni mañana.
..¡! DESPIERTA ¡!..
EJERCICIOS
La modificación consciente de los pensamientos, emociones y hábitos… es el paso básico para el despertar. Es necesario integrar el conocimiento en la memoria celular… no simplemente basta con que lo sepas a nivel intelectual.. Disciplínate con los ejercicios diarios.
RESPONSBILIZATE de ti mismo y transfórmate a ti mismo en el SER amoroso, inteligente y pacifico que subyace bajo la ilusión del cuerpo y el pensamiento/emoción.
¿Te quejas continuamente?. ¿Te quejas y culpas a otros por tus problemas o condición de vida?, ¿culpas a tus padres, a tu pareja, a tus hijos, a tu jefe, al gobierno, a los políticos, a los iluminati, a los aliens, al clima, a la crisis.. etc..? Durante los siguientes 30 días, pon tu intención y atención en descubrirte a ti mismo en el instante presente de la queja… muy importante que tomes conciencia en ese instante presente… y no horas después. Observa, sin juzgar a ese que se queja.
Conscientemente Dirige tus pensamientos inteligente y amorosamente hacia todos los aspectos positivos... céntrate en la GRATITUD.
Continuamos los ejercicios diarios.
Nos reunimos en nuestro lugar metafórico habitual, formando un círculo… siéntate cómodo, relajado, cierra los ojos, respira profundo y suave… 7 veces … imagina, visualiza un anillo de luz blanca brillante que nos envuelve a quienes estamos sentados formando un circulo … Visualiza en el centro de este círculo al planeta tierra. Centra tu atención en tu respiración … no te enganches con pensamientos, déjalos pasar… mantente así 10 minutos ... máximo 30 ... y al final, extiendes tus manos hacia la tierra que flota en el centro del circulo y dices mentalmente o con palabras… Gracias Gaia (o tierra, si lo prefieres así)… Te Amo.
¡¡ ESTAMOS DESPERTANDO ¡!! … sigue adelante ...
NO TE DISTRAIGAS … el mayor trabajo es sobre sí mismo.
EL TAMAÑO IMPORTA
Una persona es enorme para uno, cuando habla de lo que leyó y vivió, cuando trata con cariño y respeto, cuando mira a los ojos y sonríe inocente.
Es pequeña, cuando sólo piensa en sí misma, cuando se comporta de una manera poco gentil, cuando fracasa justamente en el momento en que tendría que demostrar lo que hay de más importante entre dos personas: la amistad, el cariño, el respeto, el celo y asimismo el amor.
Una persona es gigante cuando se interesa por tu vida, cuando busca alternativas para tu crecimiento, cuando sueña junto contigo.
Una persona es grande cuando perdona, cuando comprende, cuando se coloca en el lugar del otro, cuando obra, no de acuerdo con lo que esperan de ella, pero de acuerdo con lo que espera de sí misma.
Una persona es pequeña cuando se deja regir por comportamientos clichés. Una misma persona puede aparentar grandeza o pequeñez dentro de una relación, puede crecer o disminuir en un espacio de pocas semanas.
Una decepción puede disminuir el tamaño de un amor que parecía ser grande. Una ausencia puede aumentar el tamaño de un amor que parecía ser ínfimo.
Es difícil convivir con esta elasticidad: las personas se agigantan y se encogen a nuestros ojos. Nuestro juzgamiento es hecho, no a través de centímetros y metros, sino de acciones y reacciones, de expectativas y frustraciones.
Una persona es única al extender la mano, y al recogerla inesperadamente, se torna otra. El egoísmo unifica a los insignificantes. No es la altura, ni el peso, ni los músculos que tornan a una persona grande... es su sensibilidad, sin tamaño.
William Shakespeare
Ego de escritores por Luis Barrera Linares
Siempre me he preguntado cuán interesante sería conocer las memorias más recónditas, lo más cotidiano de algunos editores en su relación con los autores. Creo que usualmente algunos autores son personajes para la obra de otros escritores. Por lo que me han revelado mis pasantías por algunas editoriales, sospecho que la verdadera personalidad del creador se desnuda ante los editores y ante ciertas audiencias.
Puede parecer perverso pero, como narrador y crítico, me interesan también las vidas personales que se salgan un poco de lo público y predecible, esas conductas inéditas que reflejan lo que, por pudor o timidez, el escritor como persona esconde ante los demás, sus manías, sus peticiones a veces insólitas, sus perversidades ante la obra de los otros. Y también las virtudes y defectos o desviaciones que se esconden detrás de las páginas pergeñadas por quien escribe un libro y acude a un editor para que lo haga público y pueda llegar a los lectores.
Es decir, conocer un poco más de esa “intrahistoria” que subyace a la relación escritor-editor-lectores, ni tan dulce ni tan amarga, como se las puede suponer desde afuera. Hay creadores apacibles, gentiles, corteses, fastidiosos y repelentes. Pero cuando son fastidiosos y repelentes lo son con alevosía. Independientemente de su edad y su escasa o abundante obra, se creen la tapa del frasco, no cesan de marcar el teléfono, suelen creer que el editor sólo existe para ellos, sin importar hora ni ocupaciones.
Supongo, por ejemplo, que algún editor y lector se habrán topado más de una vez con ejemplares de escritores de quienes no desean recibir una llamada telefónica ni un mensaje de correo electrónico. Presumo que incluso no faltará el editor que se vea obligado a sacrificar algún libro publicable por evitar el simple hecho de tener que firmar el contrato con un ser intratable, intolerante y vanidoso. Igual, presumo que hay lectores que jamás acudirían ante la presencia del autor de un libro que los ha cautivado, sólo para no perder la imagen que de él se han creado a través de su escritura.
Y es que a veces, a lo mejor sin darnos cuenta, los escritores podemos llegar a parecer insufribles ante las otras personas. Hay editores y lectores que a lo mejor admiran la obra de un escritor-a, pero también intuyen (al escucharlo o leer sus entrevistas) que como persona se trata de un patán o “patana”.
Para citar algún caso hipotético, pienso en aquellos que, una vez publicadas sus obras, luego de ruegos y más ruegos al editor, no cesan de hacer llamadas a la editorial porque sus libros no están permanentemente en las vitrinas de las librerías. “Inocentes” de que, por deformación profesional y comprensible excusa de mercadeo, en el mundo entero, los libreros suelen exhibir sólo lo que se vende rápido y está destinado a ocupar lapsos muy breves en los anaqueles.
Y el corolario infaltable: ante el llamado para algún evento promocional, casi nunca los autores fastidiosos y repelentes tienen tiempo; paradójicamente siempre parecen estar ocupados en algo más importante que sus propios libros. O sólo aspiran narcisamente a promoción en el exterior. No les interesan los lectores nacionales porque sienten que ya los han conquistado sin ningún esfuerzo.
“Las vanidades del mundo /las grandezas del imperio/ se esconden en el profundo /silencio del cementerio”. Son versos perversos pero certeros, pertenecientes a un célebre enterrador de Los Puertos de Altagracia, apodado Titán, el sepulturero. Dignos para “chapear” a quienes se pasan la vida edificando sus egotecas sobre falsos presupuestos.
Digamos que hay editores maulas y otros que realmente no lo son, pero todos necesitan sobrevivir, tarea que no es fácil en un mercado bibliográfico tan oscilante y deprimido como el venezolano.
Sin embargo, eso no justifica que el autor o autora siempre deba pensar que no es que sus libros no se venden sino que el editor lo estafa permanentemente. Sabemos que hay editores locales y foráneos que no reportan todo lo que venden. Y que incluso existen los que pagan un desmirriado y a veces diezmado porcentaje con base en el precio de costo y no en el precio de venta al público. Pero eso tampoco significa que constantemente nuestros volúmenes sean best sellers por los que los lectores se desviven apenas salen al mercado. Y sin que tengamos que mover ni un dedo. No acabamos de entender que a veces la “fama” de un escritor no pasa de los linderos de sus amistades y conocidos.
En fin, que cada vez que le hablo en secreto de mis tratos con algunos autores y autoras venezolanos-as, de sus llamadas recurrentes, de sus oscilaciones de carácter y temperamento volátil, de sus creencias egocéntricas, de sus inclinaciones a telefonear a los jefes para no tratar con subalternos; cada vez que me entero y la entero de anécdotas relacionadas con el modo como se comportan íntimamente algunos escritores venezolanos ante sus editores y ante los lectores; de cómo viven llamando a la prensa para que los entrevisten, de cómo envían reseñas positivas sobre sus propios libros a los amigos periodistas, de la manera como insisten obsesivamente para que la tele y la radio vayan a su casa, del modo como se valen de las nefastas relaciones de poder para publicar cuanto escriben; de las exigencias a veces insólitas que hacen, mi tía Eloína me insta a que, con base en un anecdotario que ya pica y se extiende, escriba un libro de ficción que presuma de memorabilia y desnude metafóricamente esas conductas secretas acumuladas en los rostros más íntimos de algunos creadores locales.
Y en estos días he pensado que no es ni mala la idea. Total, ya lo he dicho y escrito en varias ocasiones: la escritura de ficción es la mejor terapia que existe para quien la practica: puedes matar sin asesinar, exaltar sin adular, ajusticiar al adversario frente a un paredón de palabras y hasta conquistar amores sin necesidad de caer en incómodas situaciones de confesión directa ante la dama o el caballero por la o el que te desvives.
De modo que, en nuestro trato con los editores y lectores, los escritores debemos cuidarnos de no convertirnos en pasto literario, en alimento para otros escribas. Debemos saber que los otros escritores son tan “peligrosos” con sus teclas como nosotros creemos que lo somos.
El Ángel de la Muerte
Cuenta una historia, Un científico descubrió el arte de reproducirse a sí mismo tan perfectamente que resultaba imposible distinguir el original de la reproducción.
Un día se enteró de que andaba buscándole el Ángel de la Muerte, y entonces hizo doce copias de sí mismo.
El Ángel no sabía cómo averiguar cuál de los trece ejemplares que tenía ante sí era el científico, de modo que los dejó a todos en paz y regresó al cielo.
Pero no por mucho tiempo, porque, como era un experto en la naturaleza humana, se le ocurrió una ingeniosa estratagema.
Regresó de nuevo y dijo: "Debe de ser usted un genio, señor, para haber logrado tan perfectas reproducciones de sí mismo, sin embargo, he descubierto que su obra tiene un defecto, un único y minúsculo defecto".
El científico pegó un salto y gritó: "¡Imposible! ¿Dónde está el defecto?".
"Justamente aquí", respondió el Ángel mientras tomaba al científico de entre sus reproducciones y se lo llevaba consigo. "Todo lo que hace falta para descubrir al "ego" es una palabra de adulación o de crítica".
LOS SIETE PECADOS CAPITALES
He aquí los siete pecados capitales. Estos descarríos pueden acabar contigo, con tus relaciones sociales y con tu carrera.
La soberbia, porque te aísla.
La avaricia, porque te impide gozar lo que tienes.
La lujuria, porque pocas personas son capaces de librarse de sus consecuencias.
La ira, porque es el mayor desperdicio de energía.
La gula, porque te coloca en desventaja en la competencia y te hacer perder ante aquel que controla tus apetitos.
La envidia, porque revela tus flaquezas y te quita fuerza.
La pereza, porque la persona holgazana, descuidada o desorganizada es fácil presa de sus competidores.
Los siete pecados capitales existen desde que el mundo es mundo, y siguen siendo traicioneros como siempre.
Anónimo
6 Ingredientes del Ego
1) Yo soy lo que tengo. 2) Yo soy lo que hago. 3) Yo soy lo que otros creen que soy. (Mi Reputación) 4) Yo estoy separado de todo y de todos. 5) Yo estoy distanciado de todo lo que tiene sentido y aprecio en mi vida. 6) Yo estoy separado de Dios
¿El Ego nos lleva a vivir en un Universo Amigable u Hostil?
Físicamente es obvio que estamos separados, pero a nivel de energía, ¿Cómo te percibes?
Tu Ego, Tu “Mente Egoica” es excluyente y separatista
Tu Energía vital, Tu “Yo Superior” es incluyente, te guía a crear un Universo amigable en tu entorno...
Esta Visión Multiplica Exponencialmente Tu Potencial
Y Transforma En Tu Vida La Posibilidad De Logros.
En Vez De La Competencia Destructiva, Atraes El Progreso
Y La Superación a Través De La Colaboración Creativa. . . Con Amor.
En Vez De La Competencia Destructiva, Atraes El Progreso
Y La Superación a Través De La Colaboración Creativa. . . Con Amor.
El Ego y sus roles
Nota recopilada por el Prof. Jorge Olguín.
EL EGO Y EL ESPÍRITU:
A la inmensa mayoría de las personas no les (nos) interesa "lo que es", sino "cómo se ven" o, qué calidad de imagen proyecta. Les interesa la imagen más que la objetividad. Y así, el hombre de la sociedad se lanza a participar en esa carrera de las apariencias, en el típico afán de 'quién engaña a quién', de cómo lograr mejor impresión. El mundo es un inmenso estadio en el que "el orgullo de la vida" juega un gran match de las etiquetas, formas sociales y exhibiciones económicas para competir por la imagen social, un combate en el que a los seres humanos no les interesa ser, sino parecer.
EL ESPÍRITU Y EL SER:
El Espíritu siempre ha sido esquivo. Hemos sido esquivos (as) al Espíritu: "eso son cosas de locos", dicen los materialistas. El Ser - o Espíritu -, nos sostiene a todos, es nuestra fuente de aliento y vida y, sin embargo, es algo sobre lo cual nuestros padres nos enseñaron muy poco. Juan nos dice: "Ya estaba en el mundo, este mundo que no lo reconoció. Vino a su propia casa y los suyos no lo recibieron".
Una antigua escritura de la India nos dice sobre el Espíritu, lo siguiente: " Un cuchillo no Lo puede cortar, el agua no Lo puede mojar, el viento no Lo puede alejar, el sol no Lo puede secar".
Cada molécula del universo esta llena de Ser; cada pensamiento, cada trozo de información que nos llega a través de los cinco sentidos no es otra cosa que Ser. Pero podemos pasar por alto al Ser porque este mantiene un silencio total, como un maestro coreógrafo que nunca participa en la danza. En verdad, El siempre existió y existirá. Sólo necesitamos apertura para estar "en espíritu" o, inspirados.
EL EGO Y EL YO:
Así como hay dos polos en un imán, uno positivo y uno negativo; las personas también cargamos con dos personajes en disputa; uno de ellos es el que se afana por el éxito material y el otro que aspira a elevarse espiritualmente. La descripción brindada por Sogyal Rinpoche en la obra "El libro tibetano del vivir y del morir" explica a las mil maravillas este descubrimiento: "Dos personas han estado viviendo en ti durante toda tu existencia. Una es el ego: charlatana, exigente, histérica, calculadora; la otra es el ser espiritual oculto, cuya queda y sabia voz has oído y atendido sólo en raras ocasiones".
EL EGO O LA MÁSCARA SOCIAL:
La pequeña palabra "ego" ha tenido varios significados. Para la escuela freudiana es "el aspecto consciente de la psique que decide entre los instintos básicos del ello y la moralidad del superyo": Definición muy académica. El estereotipo de este modelo suele ser varón. La persona con "problema de ego" se considera que es jactanciosa, egoísta, desdeñosa, vanidosa y, por lo general, desagradable, o también, la persona dedicada al odio, la malicia y la destrucción. También se ha considerado al ego como algo que está dentro de nosotros, controlando nuestra vida cotidiana, presionándonos para que mostremos una "buena imagen".
Atención: Se puede ser altruista y bondadoso para mostrarse ante los demás... y eso también es ego.
Para los fines que nos proponemos, sugerimos otra definición del "ego": "Consideremos al ego como la idea que cada uno de nosotros tiene de sí mismo. Es decir, que el ego no constituye más que una idea, una ilusión, pero una ilusión que ejerce gran influencia". Nadie ha visto al ego. Se trata más bien de un fantasma que aceptamos que controle nuestra vida. El problema es que mantener esta ilusión puede impedirle conocer su verdadero yo, su esencia espiritual.
Opinamos que el ego es una disposición del pensamiento errónea que intenta presentarle como a usted le gustaría ser, en lugar de cómo es en realidad.
En esencia, el ego, la idea de uno mismo, la máscara, el papel que estamos desempeñando; supone una forma distorsionada de afirmar y vivir la existencia. A esta máscara social (el ego) le gusta la aprobación, quiere controlar situaciones y personas, y se apoya en el poder porque vive en el temor.
SUGERENCIAS PARA SUPERAR EL EGO Y ALCANZAR LA CONCIENCIA SUPERIOR:
Las siguientes sugerencias le ayudarán a ponerse en contacto con el ego y superarlo:
* Intente conocer su ego y determinar cuando su ego influye y domina su vida. Pregúntese: ¿Estoy escuchando a mi falso yo o a mi yo espiritual?
A medida que vaya adquiriendo conciencia de su ego, podrá librarse del egocentrismo y entrar en la conciencia superior.
* Comience a llevar la cuenta de con cuánta frecuencia usa el pronombre "yo". Al no centrarse en su propia persona estará superando el ego.
* Comience a considerar su ego como una entidad que le acompaña y que tiene un propósito. Es invisible y siempre está a su lado.
Trata de convencerlo de que usted está separado de Dios, de su superioridad respecto de otros, y de que es "especial". El quiere que usted se sienta ultrajado cuando recibe un trato incorrecto, cuando lo insultan, cuando no lo acarician; ofendido cuando no se sale con la suya, herido cuando pierde en una competición. Primero conoce a esta entidad. Luego se percata de que está obrando en usted. Por último, se libre de ella.
* Escuche a los demás y no se centre en sí mismo. Durante las conversaciones, concéntrese en lo que la otra persona está diciendo y en lo que siente. Luego responda con una frase que empiece por "tú, usted". Esto se denomina escucha activa. Es una manera de contener el ego y permitir que participe el yo espiritual.
* Resista el hábito de permitir que el ego domine su vida.
Cuanto más se resista a permitir que su ego sea quien controle su vida, más pronto llenará el espacio que antes ocupaban las exigencias de su falso yo.
* Practique la meditación diaria o el acallar su mente para deshacer la ilusión de que está separado del universo y que todas las almas son extensiones de la energía de Dios. Comenzará a tratar a los demás como le agradaría que lo tratasen a usted. Se sentirá conectado con todo y con todos.
* Trate de borrar de su mente la palabra "especial". Especial implica mejor que, o más importante que. Niega que Dios habita en cada uno de nosotros. Todos somos especiales a los ojos de Dios: por lo tanto, nadie necesita la etiqueta de "especial". No hay favoritos. No se relega a nadie.
Todos somos Uno.
* Escriba un diario. Trate de describir en que le beneficia sentirse ofendido. Lo que lo ofende es obra de su ego. No pretenda que el mundo debería ser como usted es y no como en realidad es.
* Dé más de sí mismo y pida menos a cambio. León Tolstoy, pasó de ser un egocéntrico a ser un servidor de Dios, luego de aprender muchas lecciones y pasar por tribulaciones. Y escribió lo siguiente: "El único significado de la vía es servir a la humanidad". Sea quien acaricie. Sea quien da cariño.
* Recuérdese cada día que el más alto culto que puede rendírsele a Dios es servir a la humanidad, y que mediante ese acto su yo espiritual se sentirá realizado.
* Ponga fin a la búsqueda externa de la libertad y conozca el sabor de la auténtica libertad que es la comunión con su yo espiritual.
La auténtica libertad no necesita nada para demostrar su existencia. Sólo siendo auténticamente libre podrá amar, porque no existe amor sin libertad. La falsa libertad exige que tenga a la mano algo que dé fe de su existencia.
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