domingo, 12 de junio de 2011

Día del Padre

En alguna oportunidad mi papá me dijo: “Ama, imaginar la vida sin ti es como dejar de existir. Tú me das los motivos suficientes para seguir creyendo en el amor. Por favor, no dejes de mecer mi columpio, que yo seguiré dándoles motivos al tuyo para no detenerse”.
Ser un buen padre, no es una tarea fácil, sin embargo, no serlo, puede que sea mucho peor. Por eso… muchas felicidades a todos esos súper hombres que han marcado la pauta y el ejemplo en nuestras vidas, y a los que a penas comienzan, muchas felicidades también; la paternidad no sólo es un acto de fe (como decía mi abuelita) se requiere de mucho amor, valor y responsabilidad para ser el padre ejemplar que todo hijo desea y se merece.
“Feliz día del Padre”.
Cariños,
Ama



¿ QUÉ ES UN PAPÁ ?
Un papá, lo que se llama papá, es una combinación extraña de razón y sentimiento.
Es aquel que sabe orientar y exigir, pero al mismo tiempo sabe amar.
Es aquel que al minuto de haber regañado con severidad, sonríe y guiña el ojo con ternura.
Es el que sabe decir no cuando es lo justo y sabe decir sí cuando es lo conveniente.
Un papá zapatea duro cuando cumple su deber y anda de puntillas en la noche cobijando nalguitas y cuerpecitos fríos.
Un buen papá es el que después de una dura jornada de trabajo, al llegar a casa abraza a sus hijos y se vuelve un niño jugando can ellos.
Un papá es aquel hombre que genera vida, que acompaña y da seguridad ofreciendo una mano firme.
Un papá es un higo que parece duro y espinoso por fuera pero es puro y dulce en su interior.
Un papá es un director de orquesta, es el constructor de un nido, es el maestro de la escuela de la vida.
Un papá es ante todo un hombre con corazón, que sabe señalar el horizonte con optimismo y confianza.
Un papá, un verdadero papá, tiene mucho de mamá, aunque tenga fortaleza de varón inquebrantable.
Un papá es refugio seguro para el hijo que llora y sufre... un papá es aquel que sabe escuchar y alentar a los hijos en las derrotas de la vida.
A los papás se les dedica un día en el año, pero ellos dan todos los días para los suyos.
Son generosos por naturaleza, por voluntad y por amor. Además, un papá nunca muere, simplemente se esfuma para continuar mandando en su recuerdo con sus enseñanzas.
Los papás, son arriesgados, decididos, comprometidos y tenaces.
La vida de los hijos transcurre felizmente a la sombra de un buen papá, como el amigo y confidente que refleja la ternura, la bondad y el amor de Dios Padre.



CARTA DE UN NIÑO PARA SU PAPÁ

Querido papá…
Quiero contarte algo que se refiere a nosotros dos. Quiero compartir contigo algunas experiencias que viví a tu lado sin que tú lo supieras, experiencias que de alguna manera apreciaría trasmitirle a mi hijo, cuando sea yo quien lo tenga.
…..Cuando pensabas que no te veía, te escuché pedirle al Ser Supremo salud y trabajo para nosotros, y aprendí que existía Alguien con quien yo podría conversar en el futuro.
…..Cuando pensabas que no te veía, te vi preocuparte por tus amigos sanos y por tus amigos enfermos, y así aprendí que todos debemos ayudarnos y cuidarnos unos a otros.
…..Cuando pensabas que no te veía, te vi dar tu tiempo y dinero para ayudar a personas que nada tenían, y aprendí que aquellos que tienen, debemos compartirlo con quienes no tienen.
…..Cuando pensabas que no te veía, te sentí darme un beso por la noche y me sentí amado y seguro.
…..Cuando pensabas que no te veía, te vi atender la casa y a todos los que vivimos en ella, y aprendí a cuidar lo que es dado.
…..Cuando pensabas que no te veía, vi como cumplías con tus responsabilidades, aún cuando no te sentías bien, y aprendí que debo ser responsable cuando crezca.
…..Cuando pensabas que no te veía, vi tus lágrimas, y entonces aprendí que a veces las cosas duelen, y que está bien llorar.
…..Cuando pensabas que no te veía, vi que te importaba y quise ser todo lo que puedo llegar a ser.
…..Cuando pensabas que no te veía, aprendí casi todas las lecciones de la vida que necesito saber para ser una buena persona y también productiva cuando crezca.
…..Cuando pensabas que no te veía, te vi y quise decir: ¡ Gracias por todas las cosas que vi, cuando pensabas que no te veía ¡
Feliz día papito.


FRASES

   *El mejor legado de un padre a sus hijos es un poco de su tiempo cada día. O. A. Battista

*El hombre da vuelta al mundo para buscar lo que le hace falta... entonces regresa a casa y lo encuentra.

*Antes tenía seis teorías sobre el modo de educar a los niños. Ahora tengo seis hijos y ninguna teoría. Lord Rochester

*Un padre es un hombre que espera que sus hijos sean tan buenos como él hubiera querido ser. Carolyn  Coats

*Amar a la madre de sus hijos es lo mejor que un padre puede hacer por sus hijos. Theodore de Banville

*Cuando yo tenía 14 años mi padre era tan ignorante que no podía soportarlo. Pero cuando cumplí los 21, me parecía increíble lo mucho que mi padre había aprendido en siete años. Marck Twain

*El hombre es a la vez, padre de sus obras futuras e hijo de las pasadas. René Félix Allendy

*Espera de tu hijo lo mismo que has hecho con tu padre. Tales de Mileto

*Para cuando un hombre se da cuenta de que quizá su padre tenía razón, ya tiene un hijo propio que piensa que su padre está equivocado. Charles Wadsworth

*Es un hombre sabio el que conoce a su propio hijo. William Shakespeare

*Un buen padre vale por 100 maestros. Jean Jacques Rouseau


*No es la carne y la sangre, sino el corazón, lo que nos hace padres e hijos. Friedrich Schiller

*No me cabe concebir ninguna necesidad tan importante durante la infancia de una persona, que la necesidad de sentirse protegido por un padre. Sigmund Freud

*En el cielo, directamente después de Dios, viene un papá.





     
LO QUE PIENSA UN HIJO DE UN PADRE

A los siete años: Papá es un sabio, todo lo sabe.

A los catorce años: Me parece que papá se equivoca en algunas cosas que dice.

A los veinte años: papá está un poco atrasado en sus teorías, no es de esta época.

A los veinticinco años: El viejo no sabe nada.... esta chocheando decididamente.

A los treinta y cinco años: Con mi experiencia, mi padre a esta edad, hubiera sido millonario.

A los cuarenta y cinco años: No se si ir a consultar este asunto con el viejo, tal vez pueda aconsejarme.

A los cincuenta y cinco años: ì Que lastima que se haya muerto el viejo, la verdad es que tenía unas ideas una clarividencia notables ì

A los setenta años: ¡ Pobre papá, era un sabio ! ¡Que lastima que yo la haya comprendido tan  tarde!

Anónimo






Poema del Padre
Gracias papá por estos años,
que al lado de mamá y tus hijos...
nos haz dado lo mejor de tu existencia...
tu abnegación, tu amor y tus consejos.
Hoy solo quiero decirte viejo del alma,
que eres el ser que más respeto y admiro...
por eso te pido con amor y vehemencia,
que más que padre...¡Seas mi amigo!
Me enseñaste a caminar cuando era niño,
y de tus manos agarrado di mi primer paso...
Hoy que camino por el rumbo de la vida...
voy por ella aferrado a tus ejemplos y consejos.
Acaso no recuerdas con malicia viejo mío,
aquellas noches que anduviste en calzoncillos
buscando la cuna donde yo dormía...
me cobijaste y sin perturbar mi sueño,
con amor de macho enternecido...
pusiste un beso en mi nalguita fría.
Soy la oveja descarriada que regresa
al redil de tus brazos padre mío.
Dadme el perdón y con cariño...
el dulce calor de tus consejos.
Si fui rebelde y te causé una herida,
por no escuchar tus consejos viejo mío...
Te pido perdón con el alma vencida
por que quiero regresar arrepentido.
¡Gracias papá!...por ser mi padre
que en unión con mi madre me diste vida.
Gracias por ser y lo que haz sido...
más que papá...
¡Un buen amigo!




SABRÁS LO QUE ES SER PADRE...

Solamente sabrás lo que es ser padre, cuando sientas muy hondo el latido de ese pedazo de tu corazón sobre tu pecho, henchido de legítimo orgullo.
Sabrás lo que es ser padre, cuando comprendas que el fruto de tu sueño es ahora una realidad palpitante, ternura en piel viva y mirada inocente ante tu regocijo.
Conocerás la dicha de ser padre, cuando entiendas que tu sueño ya jamás será completo, cuando sepas del llanto de la madrugada, de tus largas ojeras y la satisfacción de ver a tu renuevo tranquilamente dormido, aunque tú no lo puedas hacer.
Únicamente sabrás lo que es hacerse padre, cuando radiante pasees a tu hijo en su dorado cochecito, le hables aunque sepas que no te entiende aún y lo veas descubriendo asombrado cada pequeña cosa que constituirá su primera lección de filosofía.
Sabrás lo que significa ser padre, cuando en la noche corras por esa medicina que necesita para aliviar su fiebre, al llevar la cuenta de sus vacunas y cuando de puntillas te acerques a su cuna a escuchar su respiración, acompasada y feliz.
Cuando por primera vez te diga papá, ría cuando lo lances al aire y no sienta el peligro porque tú le das seguridad con tu sonrisa, cuando le impulses a dar sus primeros pasos, inequívoca señal de que empieza el camino hacia su destino y corras detrás de su bicicleta donde afanosamente pedalea los primeros caminos y distancias del peregrinar futuro de su vida.
Sabrás la maravilla que posees, cuando lo lleves por vez primera a la escuela y veas sus ojos llorosos porque no quiere separarse de ti y sientas el alma adolorida al alejarte dejándolo en medio de otros egoísmos que, sin embargo, le enseñarán a ser compartido.
Cuando te muestre sus primeros garrapateados dibujos, incipiente Picasso que preludia en ellos el afán por la belleza que se esconde en su corazón. Y sobre todo, cuando se abrace a ti, tomando tu mano simbolizando con ello la confianza de tu fortaleza, que le dará seguridad en su andar.
Sabrás lo que es ser padre, cuando reclame tu tiempo y tú tengas que buscarlo y encontrarlo en donde puedas, cuando lo lleves al circo y a la playa y al paseo cansado pero gratificante, cuando juntos sueñen en las vacaciones en que ambos se pertenecerán por completo, cuando le enseñes a jugar y a llenar rompecabezas y juntos caminen por el parque cualquier tarde esplendorosa de abril.
Comprenderás la maravilla que Dios te concedió, cuando te rete con sus primeras preguntas y de momento no sepas cómo contestarlas, cuando le ayudes a escribir la carta a Papá Noel y esperes la vigilia de la Navidad con el ansia compartida de una nueva niñez tuya y descubra en tu abrazo, en tu caricia y en tu beso incondicional, cuánto le amas.
Sabrás lo que es ser padre, cuando lo lleves a que toque a Dios por primera vez, le enseñes a rezar por todos y sienta que tu cariño es algo en lo que puede confiadamente descansar. Y cuando ves que va creciendo y tú lo acompañas, va avanzando y tú estás a su lado, y se va haciendo adolescente, y en ese proceso, tú no lo dejas, por duro que sea el ver que poco a poco se desprende de ti, para ir en busca de sí mismo.
Sabrás lo que es ser padre, cuando oigas el reclamo inesperado y su deseo de independencia. El día que deje de acompañarte, porque sus amigos lo esperan y sientas que tu corazón se estremece, porque el día llegó antes de lo que pensabas y sientas profundamente que así debe ser, porque es el precio que pagarás por el aprendizaje de su vuelo definitivo.
Y finalmente sabrás lo que es ser padre, cuando un día tu hijo tenga que partir para estudiar en otro lugar, o a un trabajo distante y la nostalgia consuma las horas que antes feliz disfrutaste en su compañía, y quizás, sea el teléfono o el internet la lejana liga que te una a él.
Y sobre todo, cuando alguien venga y lo lleve de tu lado para perseguir otro arco iris, el de su propia vida, compartida con alguien a quien amará y tú deberás aceptarlo, porque esa es la ley de la vida y tu hijo te fue solamente prestado por un tiempo.
Entonces sabrás lo que es saberte padre. Que no estudiaste para ello, pero lo viviste y lo seguirás viviendo. Y el regocijo que eso te proporcionará deberá entonces ser mayor que el dolor que supone el sentir que algo muy tierno se despide de tu alma. Pero es sólo entonces, que podrás saber con plenitud, la maravillosa experiencia, regalo de Dios vivo, que es saberse padre.
Rubén Núñez de Cáceres V.







Tema para meditar, un poco como hijo y padre a la vez.


Relataba un hombre todavía joven:
Quise darle a mis hijos lo que yo nunca tuve, entonces comencé a trabajar catorce horas diarias.
No había para más, sábados ni domingo; consideraba que tomar vacaciones era locura o sacrilegio.
Trabajaba día y noche y mi único fin era el dinero, no me paraba en nada para conseguirlo...
¡Quería darle a mis hijos lo que yo nunca tuve!
Lo interrumpió alguien:
__ ¿ Y lograste lo que te propusiste?
__ ¡ Claro que sí !... Contestó el hombre.
Yo nunca tuve un padre agobiado, hosco, siempre de mal humor, preocupado, lleno de angustias y ansiedades, sin tiempo para besarme, acariciarme y jugar conmigo o darme un consejo cuando más lo necesitaba.
... Ése es el padre que yo les dí a mis hijos...
¡Ahora ellos tienen lo que yo nunca tuve!



Al estilo Mirador por Alejandra Ulloa


A Catón le gustaría conocer a mi papá.

Mi papá tiene un matrimonio que dura ya 40 años, 3 hijos, 5 nietos y a su Schnauzer.

Cuando en Navidad repartimos al azar los regalos del niño Dios (su paz, su
tranquilidad, su compañía), a mi papá le tocó el único papelito en blanco de la
canasta. Lo bromeamos porque no le había tocado regalo,  pero yo creo que es
porque Dios sabe que tiene todo lo que necesita para ser feliz.

Mi papá lee, día con día, el Mirador de Catón. Cuando trata de nietos, mi papá le dice
a mi mamá que lo lea, porque considera que tienen que ver con ella.

Cuando trata de Adán y su amor por Eva, mi papá lo recorta y lo deja en la mesa
frente al plato de mi mamá, porque considera que tiene que ver con ellos.

Cuándo, con frecuencia, Catón habla de SU Terry, mi papá recorta el Mirador y lo
guarda en la cartera, porque tiene que ver con él.

Guarda esos Miradores en su cartera e imagino que, cuando sale a pasear cada tarde,
se sienta en una banca en la arboleda y, si nadie mira, los saca y se los lee a SU
Chiquis.

Ellos se entienden y seguro Catón también, por eso: a Catón le gustaría conocer a mi
papá.

 NOTA: El presente texto (un poco recortado) fue publicado por Catón, en su sección de Mirador en diferentes diarios del país (Mural, Reforma, El Norte, entre otros) el Lunes 18 de abril de 2005, con la siguiente nota de Catón:

“Sí que me gustaría conocer al ingeniero Alonso Ulloa M., de Guadalajara, y a su señora esposa. Muy amorosos padres han de ser si supieron inspirar en Alejandra, su hija, tal amor. (Nota: me gustaría conocer también a sus tres hijos, sus cinco nietos y su schnauzer)
Hasta Mañana!”

Vaya aquí mi agradecimiento por tan lindo detalle.



CABECITA BLANCA por Amarilis Irigoyen 

Cabecita blanca
Abatida por los sueños
Crees haber perdido
La alegría y el consuelo.

Cabecita blanca
Que minaron tu sendero
Has luchado con ahínco
Por salir de este destierro.

Cabecita blanca
Forjadora del terreno
Tu camino esta premiado
Por ser tú hijo del cielo.

Cabecita blanca
Que mirasteis las estrellas
Busca pues en las galaxias
Las respuestas que tú anhelas.

Cabecita blanca
Invadida por los miedos
No permitas que el cansancio
Te arrebate lo certero.

Cabecita blanca
Poseedora de lo etéreo
Vislumbrado es tu destino
Si confías en el cielo.

Cabecita blanca
Que lamentas verte viejo
No te olvides que lo bello
No radica en el espejo.

Cabecita blanca
Compañera de mis juegos
Piensa en todo mi cariño
Cuando estés en el silencio.

Cabecita blanca
Que te miro desde lejos
Hoy deseo ver lo blanco
Y no lo negro de tu miedo.




Cuando el hombre eleva su mirada al cielo, y contempla el majestuoso espectáculo que le brinda el creador, comienza a ser filósofo.
Cuando el hombre intenta entender lo que allá existe, y busca una razón para explicarlo, comienza a ser sabio.
Cuando el hombre, comprende la insignificancia de su micromundo, comienza a ser tolerante.
Cuando el hombre comienza a ser tolerante, empieza a ser feliz y a hacer feliz a los demás.
En homenaje a mi padre Danilo Irigoyen



EL VIEJO

El día que esté viejo y ya no sea el mismo, ten paciencia y compréndeme.
Cuando derrame comida sobre mi camisa y olvide como atarme mis zapatos, tenme paciencia, recuerda las horas que pasé enseñándote a hacer las mismas cosas.
Si cuando conversas conmigo, repito y repito las mismas palabras y sabes de sobra como termina, no me interrumpas y escúchame.
Cuando eras pequeño para que te durmieras tuve que contarte miles de veces el mismo cuento hasta que cerrabas los ojitos.
Cuantas veces cuando tu dormías a la media noche, yo en calzoncillos y andando en puntillas crucé tu alcoba para revisar si estabas aguantando frío, y antes de poner la sábana, besé con amor tu nalguita fría.
Cuando hable contigo si mi voz se eleva, no estoy enojado, sólo estoy perdiendo mi audición y creo que todo mundo es sordo, así como tú piensas cuando estás escuchando radio con audífonos.
Cuando estemos reunidos y sin querer haga mis necesidades, no te avergüences y compréndeme que no tengo la culpa de ello, pues ya no puedo controlarlas.
Piensa cuantas veces cuando niño te ayudé y estuve pacientemente a tu lado esperando a que terminaras lo que estabas haciendo.
No me reproches por que no quiero bañarme, no me regañes por ello, recuerda los momentos que te perseguí y los miles de pretextos que te inventaba para hacerte más agradable tu aseo.
Cuando me veas inútil e ignorante frente a todas las cosas tecnológicas que ya no podré entender, te suplico que me des todo el tiempo que sea necesario para no lastimarme con tu sonrisa burlona.
Acuérdate que fui yo quien te enseñé tantas cosas: Comer, vestirte y como enfrentar la vida tan bien como lo haces, son productos de mi esfuerzo y perseverancia.
Cuando en algún momento, mientras conversamos, me llegue a olvidar de que estamos hablando, dame todo el tiempo que sea necesario hasta que yo recuerde y si no puedo hacerlo, no te impacientes; tal vez no era importante lo que hablaba y lo único que quería era estar contigo y que me escucharas en ese momento.
Si alguna vez yo no quiera comer, no me insistas. Sé cuanto puedo y cuando no debo.
También comprende que con el tiempo, ya no tengo dientes para morder ni gusto para sentir.
Cuando mis piernas fallen por estar cansadas para andar, dame tu mano tierna para apoyarme como lo hice cuando comenzaste a caminar con tus débiles piernas.
Cuando algún día me oigas decir que ya no quiero vivir y sólo quiero morir, no te enfades, algún día entenderás que esto no tiene que ver con tu cariño o cuanto te ame.
Trata de comprender que ya no vivo, si no sobrevivo, y eso no es vivir.
Siempre quise lo mejor para ti y he preparado los caminos que has debido recorrer.
Piensa entonces que con este paso que me adelanto a dar, estaré construyendo para ti otra ruta, en otro tiempo, pero siempre contigo.
No te sientas triste, enojado o impotente por verme así. Dame tu corazón, compréndeme y apóyame como lo hice cuando tu empezaste a vivir.



PAPITO
Papasito lindo de mi corazón
soy el doble tuyo
y tu eres mi orgullo
me llenas de amor.
Soy muy chiquitito aprendiendo a hablar
fueron mis palabras papito, papá
las primeras letras….me enseñó mamá.
Hoy en este día te quiero decir
papitito bueno
que eres mi alegría
eres mi mentor
yo soy tu chiquito
que te quiere dar
un besote grande
por ser mi papá.
Gracias por quererme
gracias por tu amor
gracias por que eres
mi papi, el mejor.




ORACION DE UN PADRE
Dame Señor, un hijo que sea lo bastante fuerte para saber cuando es débil,
y lo bastante valeroso para enfrentarse a sí mismo cuando sienta miedo.
Un hijo que sea orgulloso e inflexible en la derrota, y humilde y magnánimo en la victoria.
Dame un hijo que nunca doble la espalda cuando deba erguir el pecho.
Un hijo que sepa conocerte a ti....y conocerse a sí mismo, que es la piedra fundamental del conocimiento.
Condúcelo, te lo ruego, no por el camino cómodo y fácil, sino por el camino áspero, aguijoneado por las dificultades y los retos. Y ahí, déjalo aprender a sostenerse firme en la tempestad, cuyos ideales sean altos.
Un hijo que se domine a sí mismo antes que pretenda dominar a los demás,
un hijo que avance hacia el futuro, pero que nunca se olvide del pasado.
Y después de que todo eso sea de él, agrégale, te lo suplico, suficiente sentido del humor, de modo que pueda ser siempre serio, pero que no se tome a sí mismo demasiado en serio.
Dale humildad, para que pueda recordar siempre la sencillez de la verdadera grandeza, la imparcialidad de la verdadera sabiduría y la mansedumbre de la verdadera fuerza.
Entonces, yo, su padre, me atreveré a murmurar :
ì No he vivido en vano ì 
Douglas MacArthur






CUÁNTO VALE UNA HORA DE TU TIEMPO
¿Papi cuánto ganas por hora ?
Con voz tímida y ojos de admiración un pequeño recibía a su padre al término de una jornada de trabajo.
Su padre dirigió una gesto al niño y repuso.
___Mira hijo, esos informes ni tu madre los conoce. No me molestes que estoy cansado.___Pero papi, insistió___Dime por favor... ¿Cuánto ganas por hora?
La reacción del padre fue menos severa.___Pero sólo contestó___$10 pesos la hora.
___¡Papi!... Me prestas $ 5 pesos ? Preguntó el pequeño.
El padre montó en cólera y tratando con brusquedad al pequeño le dijo.___ Así que ésta es la razón de saber cuánto gano ? Vete a dormir y no molestes muchacho aprovechado.
Había caído la noche. El padre, meditó lo sucedido y se sentía culpable. Tal vez su hijo quería comprar algo. En fin, queriendo descargar su cargo de conciencia, se asomó al cuarto de sus hijo.
___¿Duermes hijo ?___preguntó el padre. ___Dime papi___contestó entre sus sueños.
___Aquí tienes el dinero que me pediste___ respondió el padre. ____Gracias papi___ contestó el pequeño, y metiendo la manito debajo de la almohada, sacó otros billetes.
___Ahora ya completé, tengo $ 10 pesos. Me podrías vender una hora de tu tiempo papito?___ Preguntó el niño...









  







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